En este país celebramos la muerte. La muerte es un pretexto para nuestras fiestas y un motivo para recordar a nuestros seres queridos que han muerto. Nos reímos de la muerte, bailamos con ella, la abrazamos. Pero ¿realmente entendemos lo que es?
La muerte en esencia
implica una separación. La separación del cuerpo del alma. La separación
del ser humano de Dios. La muerte es una realidad humana, una realidad que vino
inicialmente por el pecado de nuestros antecesores. El pecado es un virus que
nos ha infectado a todos. El resultado es la muerte.
La muerte es nuestro
enemigo. No es una persona, sino una realidad, el resultado de una vida
llena de excesos, envidias y malos pensamientos. Es un destino para cada uno de
nosotros. TODOS vamos a morir. Nuestra risa termina en un grito. Nuestra
sonrisa en miedo. A menos que…
Dios es mucho más
fuerte que Satanás. El demonio ya ha sido derrotado, por Jesús, en una cruz
hace unos 2000 años. Jesús conquisto tanto al enemigo de nuestras almas, como
al pecado y aún la misma muerte. Jesús es mucho más fuerte que lo malo.
Es cierto que el día
de hoy predomina lo malo. Los demonios festejan. El engaño del pecado y la
muerte reinan. Pero su fiesta es temporal. La oscuridad no durará. La luz
brillará, y ya empieza a transformar nuestro mundo.
Si buscas a quien seguir, no sigues al débil y derrotado
(aunque parece fuerte). Busca el Rey de Reyes. Busca el Camino, la Verdad y la
Vida. Busca la Vida. Vive en la Luz.
Aprende a caminar en amor, gozo y paz. Jesús
murió para que tú no tengas que morir, ni tener miedo a la muerte.
Jesús dice en San
Juan 5:24: “Ciertamente
les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna
y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida”.
Una vida sin Jesús = juicio y muerte…………………………Una
vida con fe en Jesús = vida eterna
¿Qué escoges
tú?
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